martes, 11 de julio de 2017

Aromaterapia: Manzanilla y Lavanda


ACEITE ESENCIAL DE MANZANILLA
RECONFORTANTE NATURAL
Más de una vez sufrimos las consecuencias de nuestras tentaciones cuando comemos demasiado o probamos alimentos nuevos y desconocidos que pueden hacer estragos en nuestro estómago. Si para algo la naturaleza creó la manzanilla, fue para reconfortar estos momentos combinando sus bondades con efectos calmantes y relajantes. El Aceite Esencial de Manzanilla con su aroma dulce, frutal y herbáceo es el colaborador #1 en todo hogar donde hay niños y adultos.
ACCIONES
Acción Emocional:
Sus propiedades sedantes y calmantes son un tónico del sistema nervioso.
Actúa principalmente como relajante de estados de ánimo alterados.
Acción sobre la Piel:
Reconforta la sensación incómoda de la piel seca, con picazón y enrojecida.
Acción Física:
Relaja los músculos anudados devolviendo la comodidad en el movimiento.
Reconforta las molestias estomacales y menstruales.

PRINCIPALES USOS Y SUGERENCIAS
Ideal para realizar una compresa caliente en niños y adultos cuando hay molestias estomacales, digestivas y de origen menstrual ya que su efecto reconfortante es casi instantáneo.
Como alternativa, realizar un masaje en el sentido de las agujas del reloj sobre el estómago.
Ideal para llevar de viaje, momento en el cual uno tiende a realizar grandes desarreglos con las comidas.
Ideal para tranquilizar bebes y niños irritables e impacientes que sufren de cólicos o aquellos que están sacando sus primeros dientitos. Un masaje en el sentido de las agujas del reloj sobre el estómago o espalda hace maravillas en términos de calmarlos y relajarlos.
Ideal para aflojar y reconfortar las molestias causadas por músculos anudados por la tensión.
Muy comúnmente utilizado para reducir el insomnio y la ansiedad por sus propiedades sedantes y relajantes.
MODO DE EMPLEO
Hornillo/Pebetero
Almohada/Pañuelo
Masajes corporales
Inhalaciones
Baños
Compresas
COMBINACIONES SUGERIDAS
Aceite Esencial de Naranja, Lavanda, Neroli, Geranio y Palmarosa.
Esencia para Baño de Melisa
Crema y Esencia de Baño de Enebro.

Aceite Esencial de Lavanda: RELAJACIÓN

Con un aroma floral, fresco y con un dejo herbal, el Aceite Esencial de Lavanda es tan versátil como útil en cualquier hogar. Su aroma calma y aquieta los nervios, la ansiedad y el estrés ayudando a conciliar el sueño cuando resulta difícil bajar revoluciones. Sus propiedades maravillosas sobre la piel lo hacen el aceite ideal para tener en el botiquín de
primeros auxilios a la hora de reconfortar las molestias por quemaduras, eczemas y alergias.
¡Indispensable en el botiquín de primeros auxilios!
Propiedades
Antiséptico:
Sirve para tratar infecciones de la piel y problemas relacionados con virus y bacterias.
Sedante: La fama del aceite esencial de lavanda como magnífico relajante se extiende hasta las civilizaciones más antiguas, que ya la utilizaban en baños e inhalaciones para aliviar síntomas de nerviosismo, depresión o insomnio. Acompaña momentos de ansiedad, pánico, histeria, depresión, tensión nerviosa y estrés emocional. Excelente tónico para los nervios. Promueve el buen dormir.
Analgésico: tiene la capacidad de reducir el dolor y la inflamación, especialmente cuando se trata de afecciones dermatológicas, dolores musculares o contusiones. Reconforta tensiones que generan migrañas y dolores de cabeza.
Antiespasmódico: Su poderoso efecto antiespasmódico resulta particularmente útil en caso de infecciones leves de garganta y bronquios, así como también en caso de dolores menstruales.
Antiinflamatorio: Junto con el Aceite de Tea Tree y el de Manzanilla, la acción antiinflamatoria del Aceite Esencial de Lavanda reduce y alivia cualquier síntoma provocado por infección, contusión o congestión sanguínea.
Reconfortante: Reconforta quemaduras de contacto o solares, picaduras de insectos, picazón y enrojecimiento producidos por alergias, eczemas, etc.
Regenerador: Ayuda a mantener la piel en un estado óptimo y a regenerar cualquier zona dañada por quemaduras, anomalías de la piel, acné, dermatitis o envejecimiento prematuro.
Repelente: Repele mosquitos, polillas, piojos, arañas, alacranes y cucarachas.
1 ó 2 gotas de Aceite Esencial de Lavanda en la nuca y detrás de las orejas mantendrá alejados a los piojos.
Potenciador: El aceite esencial de lavanda potencia los efectos y propiedades de todos los aceites esenciales, por lo que conviene añadir unas gotas a cualquier mezcla que elaboremos.
Principales usos y sugerencias
Colocar un par de gotas sobre la almohada para descansar mejor y ayudar a conciliar el sueño.
Aplicar un par de gotas sobre un pañuelo de papel y colocar sobre el rostro durante 5 minutos para lograr una relajación profunda.
Realizar un masaje relajante sobre cuello, nuca, hombros y espalda para bajar el estrés y las tensiones nerviosas.
Inhalar antes de enfrentar situaciones que puedan generar ansiedad o nerviosismo.
Realizar una compresa en agua helada para descongestionar la piel luego de una sobre-exposición solar.
Agregar a un Baño de Espuma para un efecto relajante y regenerador de la piel.
En caso de quemadura, colocar bajo agua helada inmediatamente. A continuación aplicar un par de gotas de Aceite Esencial de Lavanda para reconfortar la piel.
Colocar un par de gotas sobre la piel para espantar mosquitos y en caso de picadura, aplicar directamente sobre la misma para reconfortar.
Colocar sobre una almohadilla pequeña o un pañuelo dentro de los cajones para perfumar la ropa y alejar las polillas.
Colocar 1-2 gotitas sobre ganchos/perchas de colgar ropa para ahuyentar polillas y aromatizar las prendas.
El Aceite de Lavanda es uno de los pocos aceites que pueden aplicarse en forma pura sobre la piel.
Tradición Herbal
Originalmente oriunda de la zona del mediterráneo donde crece en lugares soleados y rocosos. Años de cultivo en la zona de Grasse en el sur de Francia han producido las mejores y más sofisticadas variedades de lavanda. Crece también en el sur de Europa (España, Inglaterra e Italia), en Tasmania (Australia) y en los EE.UU. De todas las variedades que existen de lavanda, la variedad “Angustifolia” es la que comúnmente se utiliza con fines medicinales. Su nombre tiene raíz en el latín “Lavare” ya que era frecuentemente utilizada en baños romanos para purificar el cuerpo y el espíritu. Antiguamente se esparcían sus flores por el suelo empedrado de los castillos medievales para que al caminar sobre ellas sus aromas desinfectaran y perfumaran en épocas de plagas. También se acostumbraba llenar almohadas con flores de lavanda para ayudar a las personas a conciliar el sueño y dormir en forma más relajada. Jean Maurice Gattefossé fue el primer científico en documentar la habilidad de la lavanda para promover la regeneración del tejido cuando trabajando en su laboratorio sufrió una quemadura grave, y ante la desesperación metió la mano en el primer recipiente que encontró a mano y que resultó ser de aceite esencial de lavanda. El resultado fue impactante ya que su dolor amainó inmediatamente y su piel cicatrizó rápidamente sin dejar cicatrices. Existen estudios que comprobaron que la lavanda puede mejorar la percepción del dolor luego de una operación quirúrgica realizada en 50 mujeres que acababan de ser sometidas a una biopsia mamaria. Aquellas que recibieron oxígeno suplementado con aceite esencial de lavanda reportaron menor sensación de dolor que aquellas en el grupo de control. Es el aceite esencial más popular y versátil, y uno de los más seguros.

Para mas información consultar a:
Marcela Machado, Líder de consultoras SwissJust
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